En aquel tiempo, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.
Hoy el evangelio nos muestra un día entero
ResponderEliminaren la cotidianeidad de Jesús..
Y en esas 24 horas se mezclan 2 realidades vitales..
La oración y la acción..
Como si fueran inseparables, como si una nos
llevase a la otra irremediablemente..
Gracias Señor por hacerme Marta desde siempre
y enseñarme ahora a saborear a María..
Gracias por llamarme por mi nombre
y elegirme APÓSTOL del día a día..
La oración, me une a TI y fortalece mis acciones.
ResponderEliminarEs Dios el que transforma el mundo a través mío
Haz que mi vida este inspirada por la oración.
Dame el don de tu Espíritu para que sepa ser portador de tu mensaje en medio de este mundo lleno de contrastes
El objetivo de la oración es
ResponderEliminarconducirnos a las profundidades
del corazón y de la mente de Dios.
No oramos para cambiar a Dios;
oramos para cambiar nosotros,
para que se cumpla en nosotros
la Palabra de Dios.