En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: -«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios."»
Dios es algo tan cercano...
ResponderEliminarEstá tan cerca, que es lo más
hondo de nuestro propio ser.
Dios está en nosotr@s...
Descubrirlo es, tenerlo todo...
Los cristianos debemos ser alegres mensajeros...
ResponderEliminardebemos anunciar la paz....el reino.....
debemos vivir en toda clase de pobreza....
sirviendo...ayudando .....
estando presente en todas las necesidades....
una necesidad del que sigue a Jesús,
es hacerle vida compartiendo lo que vive.