Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar.
Había allí un hombre que tenla parálisis en el brazo derecho.
Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.
Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico:
-«Levántate y ponte ahí en medio.»
Él se levantó y se quedó en pie.
Jesús les dijo:
-«Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?»
Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre:
-«Extiende el brazo.»
Él lo hizo, y su brazo quedó restablecido.
Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.
Un hombre sometido al sábado,
ResponderEliminaresclavo de una religión,
servidor de un templo es un
ser humano sometido, sirviente
de poderes inferiores a él.
¿Quién estaba más paralizado, el hombre
ResponderEliminarenfermo o los cumplidores de la ley?
Jesús no tiene ninguna duda.
Lo primero es siempre la compasión y
ayudar a los que sufren.
A veces tenemos miedo del qué dirán… de lo que nos puede pasar…
ResponderEliminary elegimos respetar las normas olvidándonos del respeto a las personas.
La gran enseñanza de Jesús es LA CARIDAD,
que la vida humana siempre es más importante que la ley o las normas.
Nos dice haz el bien,y ayuda todos los días