En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: -«Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas.»
Dichosa..Si confio..
ResponderEliminarBienaventurado el pobre, si no permite
ResponderEliminarque su “pobreza” le atenace.
Bienaventurado el rico, si no se deja
dominar por su “riqueza”.
Feliz el hombre que pueda ser plenamente libre en su interior.....
ResponderEliminarque pueda vivir desprendido de si mismo.......
y que sea capaz de amar y servir al hermano.
Somos “dichosos: cuando descubrimos quienes somos,
ResponderEliminarcuando compartimos la situación del hermano,
cuando nuestra vida la hacemos útil,
para nosotros y para los demás.