Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Él les proponía la palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: -«Hijo, tus pecados quedan perdonados.» Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: -«Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?» Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: -«¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados" o decirle "levántate, coge la camilla y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados ... » Entonces le dijo al paralítico: -«Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla -y vete a tu casa. » Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: -«Nunca hemos visto una cosa igual.»
Y se juntaban tantos que no quedaba sitio ni a la puerta.. Y tu palabra curaba, sanaba..y hoy lo sigue haciendo: devuelve la movilidad, nos hace salir de nuestras parálisis, de los miedos que nos impiden caminar hacia ti y hacia el hermano..Tu palabra me alza y me levanta.. Que sepa acoger tu Palabra, que crea de verdad que ella es la q da sentido a mis días..
ResponderEliminarCuando se tiene fe/confianza, se
ResponderEliminarpueden vencer todas las barreras
y encontrarnos con Jesús.
Dios no puede perdonarnos, porque Dios es "AMOR INCONDICIONAL PARA TODOS".
ResponderEliminaren el momento que nos creamos esto de verdad,
nuestra vida cambiara radicalmente,
perdona te a ti mismo y perdona siempre a los demás.