En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más
importante.
Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un
niño, lo puso a su lado y les dijo:
-«El que acoge a este niño en mi nombre
me acoge a mi; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado.
El más
pequeño de vosotros es el más importante.»
Juan tomó la palabra y
dijo:
-«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como
no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir.»
Jesús le
respondió:
-«No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a favor
vuestro. »
Un espacio donde compartir la Palabra que da sentido y sabor a cada día.. Un lugar de encuentro para mi familia de fe y para todo aquel que quiera acercarse al Amor del Padre.. Bienvenidos..
30 de septiembre de 2012
27 de septiembre de 2012
¿Quién soy yo?
Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus
discípulos, les preguntó:
-«¿Quién dice la gente que soy yo?»
Ellos contestaron:
-«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.»
Él les preguntó:
-«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Pedro tomó la palabra y dijo:
-«El Mesías de Dios.»
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió:
-«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día. »
-«¿Quién dice la gente que soy yo?»
Ellos contestaron:
-«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.»
Él les preguntó:
-«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Pedro tomó la palabra y dijo:
-«El Mesías de Dios.»
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió:
-«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día. »
26 de septiembre de 2012
Tenía ganas de verLE..
En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no
sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que
habla aparecido Elías, y otros que habla vuelto a la vida uno de los antiguos
profetas.
Herodes se decía:
-«A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?»
Y tenía ganas de ver a Jesús.
Herodes se decía:
-«A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?»
Y tenía ganas de ver a Jesús.
25 de septiembre de 2012
Ni bastón, ni alforja..
En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad
sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a
proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos,
diciéndoles:
-«No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco llevéis túnica de repuesto. Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si alguien no os recibe, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa. »
Ellos se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando el Evangelio y curando en todas partes.
-«No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco llevéis túnica de repuesto. Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si alguien no os recibe, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa. »
Ellos se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando el Evangelio y curando en todas partes.
24 de septiembre de 2012
..elige tu CAMINO
Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús
tornó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante.
De camino, entraron
en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron,
porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos,
le preguntaron: -«Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe
con ellos?» Él se volvió y les regañó.
Y se
marcharon a otra aldea.
23 de septiembre de 2012
No tapes tu LUZ de Dios..
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: -«Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.»
20 de septiembre de 2012
Sígueme..
En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo,
sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
«Sígueme.»
Él se
levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y
pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los
fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro
come con publicanos y pecadores?»
Jesús lo oyó y
dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad,
aprended lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios": que no he
venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»
19 de septiembre de 2012
Muestra mucho amor aquel al que mucho se le ha perdonado..
En aquel tiempo, un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él.
Jesús, entrando en casa del fariseo, se recostó a la mesa. Y una mujer de la
ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo,
vino con un frasco de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando,
se puso a regarle los pies con sus lágrimas, se los enjugaba con sus cabellos,
los cubría de besos y se los ungía con el perfume. Al ver esto, el fariseo que
lo había invitado se dijo: -«Si éste fuera profeta, sabría quién es esta mujer
que lo está tocando y lo que es: una pecadora. » Jesús tomó la palabra y le
dijo: -«Simón, tengo algo que decirte.» Él respondió: -«Dímelo, maestro.» Jesús
le dijo: -«Un prestamista tenía dos deudores; uno le debla quinientos denarios y
el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de
los dos lo amará más?» Simón contestó: -«Supongo que aquel a quien le perdonó
más.» Jesús le dijo: -«Has juzgado rectamente.» Y, volviéndose a la mujer, dijo
a Simón: -«¿Ves a esta mujer? Cuando yo entré en tu casa, no me pusiste agua
para los pies; ella, en cambio, me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los
ha enjugado con su pelo. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entró, no
ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en
cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por eso te digo: sus muchos pecados
están perdonados, porque tiene mucho amor; pero al que poco se le perdona, poco
ama. » Y a ella le dijo: -«Tus pecados están perdonados.» Los demás convidados
empezaron a decir entre sí: -«¿Quién es éste, que hasta perdona pecados?» Pero
Jesús dijo a la mujer: -«Tu fe te ha salvado, vete en paz. »
18 de septiembre de 2012
Miramos para otro lado..
En aquel tiempo, dijo el Señor: «¿A quién se parecen los hombres de esta
generación? ¿A quién los compararemos? Se parecen a unos niños, sentados en la
plaza, que gritan a otros: "Tocarnos la flauta y no bailáis, cantamos
lamentaciones y no lloráis." Vino Juan el Bautista, que ni comía ni bebía, y
dijisteis que tenía un demonio; viene el Hijo del hombre, que come y bebe, y
decís: "Mirad qué comilón y qué borracho, amigo de publicanos y pecadores." Sin
embargo, los discípulos de la sabiduría le han dado la razón.»
17 de septiembre de 2012
Dador de vida..
En aquel tiempo, iba Jesús camino
de una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y mucho
gentío.
Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba.
Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo:
-«No llores.»
Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo:
-« ¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate! »
El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.
Todos, sobrecogidos, daban gloria a Dios, diciendo:
-«Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.»
La noticia del hecho se divulgó por toda la comarca y por Judea entera.
Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba.
Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo:
-«No llores.»
Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo:
-« ¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate! »
El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.
Todos, sobrecogidos, daban gloria a Dios, diciendo:
-«Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.»
La noticia del hecho se divulgó por toda la comarca y por Judea entera.
16 de septiembre de 2012
No soy digna, pero TU me sanas..
En aquel tiempo, cuando terminó Jesús de hablar a la gente, entró en
Cafarnaún. Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien
estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos,
para rogarle que fuera a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le
rogaban encarecidamente: «Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a
nuestro pueblo y nos ha construido la
sinagoga.»
Jesús se fue con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes; no soy yo quién para que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes, y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace.»
Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo: «Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe.» Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.
Jesús se fue con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes; no soy yo quién para que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes, y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace.»
Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo: «Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe.» Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.
13 de septiembre de 2012
Exaltación de la SANTA CRUZ..
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo,
sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la
serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que
todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a
su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que
tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al
mundo, sino para que el mundo se salve por él.»
12 de septiembre de 2012
Soy AMOR..
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: -«A los que me
escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian,
bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en
una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la
túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los
que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman.
Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los
pecadores lo hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito
tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de
cobrárselo. ¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar
nada; tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los
malvados y desagradecidos. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no
juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad,
y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa,
colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con
vosotros.»
11 de septiembre de 2012
Tendréis recompensa en el cielo..
En aquel tiempo, Jesús, levantando
los ojos hacia sus discípulos, les dijo: -«Dichosos los pobres, porque vuestro
es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis
saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros,
cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro
nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de
gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían
vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya
tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque
tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis.
¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros
padres con los falsos profetas.»
10 de septiembre de 2012
Y escogió a los Doce..
En aquel tiempo, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche
orando a Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salta de él una fuerza que los curaba a todos.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salta de él una fuerza que los curaba a todos.
9 de septiembre de 2012
Levántate y ponte ahí en medio..
Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar.
Había allí un hombre que tenla parálisis en el brazo derecho.
Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.
Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico:
-«Levántate y ponte ahí en medio.»
Él se levantó y se quedó en pie.
Jesús les dijo:
-«Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?»
Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre:
-«Extiende el brazo.»
Él lo hizo, y su brazo quedó restablecido.
Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.
Había allí un hombre que tenla parálisis en el brazo derecho.
Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.
Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico:
-«Levántate y ponte ahí en medio.»
Él se levantó y se quedó en pie.
Jesús les dijo:
-«Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?»
Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre:
-«Extiende el brazo.»
Él lo hizo, y su brazo quedó restablecido.
Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.
2 de septiembre de 2012
De vuelta.. Nadie es profeta en su tierra..
En aquel tiempo, fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista; para dar libertad a los oprimidos, para anunciar el año de gracia del Señor.»
Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.»
Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»
Y Jesús les dijo: «Sin duda me recitaréis aquel refrán: "Médico, cúrate a ti mismo"; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.»
Y añadió: «Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Elíseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.»
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.
Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.»
Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»
Y Jesús les dijo: «Sin duda me recitaréis aquel refrán: "Médico, cúrate a ti mismo"; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún.»
Y añadió: «Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Elíseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.»
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.
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